El pasado 8 de Mayo cuatro cascos azules filipinos fueron secuestrados por un grupo de rebeldes sirios en la Meseta del Golán "por su seguridad". Estos cuatro soldados patrullaban en la zona de separación entre Israel y Siria. En una publicación en Facebook, el grupo rebelde sirio afirmó que la retención fue por la propia seguridad de los soldados debido al auge de las tensiones en la zona. La comandancia de la Brigada de los Mártires de Yarmuk tiene intención de poner en marcha un operativo con el fin de dar seguridad y proteger las fuerzas de Naciones Unidas en la zona entre Siria y la Meseta del Golán. Además, en un comunicado agregó que fue el aumento del número de combates en el área lo que "obligó a los rebeldes a intervenir y actuar para sacarlos del medio". El secretario de las Naciones Unidas exigió la liberación inmediata de estos cuatro cascos azules y pidió que se respetara la seguridad y la libertad de movimientos de los miembros de la Misión de la ONU en los Altos del Golán.
Para más detalles:
Ningún secuestro puede justificarse ni llevarse a cabo por el bien de una persona. Nadie tiene derecho a retener a otro en contra de su voluntad. En el caso del secuestro de estos cuatro cascos azules se declaró que los rebeldes lo hicieron por su seguridad, pero ¿acaso se puede decidir por la seguridad de otra persona? ¿Quiénes somos nosotros para tomar decisiones en el lugar de otro? Nadie es dueño de nadie. Todos somos libres de decidir por nosotros mismos y por nuestro bien. Como hemos dicho anteriormente, la ética es el estudio de la acción moral , es decir, de la acción humana en su relación al bien propio del hombre y, en su defecto, al mal. No hay ética sin libertad.
Según el utilitarismo, las acciones son buenas en la medida que aumenten la felicidad del mayor número posible de individuos. Si los rebeldes hubieran avisado a los soldados del peligro sin llegar a esos extremos, la acción hubiera sido buena y no se podría decir nada en contra de ella. Sin embargo, el hecho de que secuestrasen a estos cuatro cascos azules, puede hacernos dudar sobre sus verdaderas intenciones. ¿Realmente lo hicieron por su seguridad o acaso tenían otros motivos? Aunque no conozcamos la verdadera razón por la que llevaron a cabo esta acción, sí sabemos que sobrepasaron los límites de la seguridad acabando con la propia libertad de los secuestrados.
Según la teoría contractualista, existe una igualdad de acceso de todos los individuos a un sistema de libertades y derechos máximos, siempre que sea compatible con la libertad de los demás. Los rebeldes que llevaron a cabo la retención de estas personas no eran libres para actuar de esa manera, ya que acababan con la libertad de sus víctimas a pesar de que, según ellos, buscaran el bien común.
Aunque pudieran pensar que tenían responsabilidad de ponerles a salvo, las medidas que tomaron no fueron las correctas, ya que suprimieron un derecho fundamental del ser humano. Cada persona es dueña de sus actos, por lo que estos rebeldes ahora tendrán que atenerse a las consecuencias.
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